De Mitos Y Mitotes

Guía para sobrevivir en tiempos de pseudociencia, vuelta al oscurantismo y zafarranchos cotidianos, desde un punto de vista naturalista, escéptico y un tanto cínico.

Nombre: JJ
Ubicación: Yucatán, Mexico

14 abril 2006

LA REVANCHA DE JUDAS



¿Quién lo diría? ¡Judas tenía un evangelio! Y aunque su versión de la “traición” es lo que podía esperarse de quien la cometió (“¡sólo seguí órdenes!”), todavía lleva las de perder estando 4 a 1, así que habrá que esperar que aparezcan los diarios de viaje de los demás apóstoles para conocer el marcador final. Aunque la iglesia católica no se ha pronunciado abiertamente sobre el tema, es difícil suponer que agregará dicho evangelio a la Biblia, y no sólo porque contradiga varias cosas que los otros cuatro evangelios dicen: se supone que la Biblia no tiene errores y que tenemos la versión completa. Diferentes comités terrenales se dieron a la ardua tarea de votar y seleccionar cuáles libros eran divinos y cuáles no; pero eso sí, guiados por el Todopoderoso, no sea que haya dudas respecto a las decisiones tomadas. Si Dios hubiera querido que ése y otros escritos estuvieran en la Biblia, lo estarían, ¿no?: “Con Dios, todas las cosas son posibles (Mat. 19:26) y puede hacer todo lo que Él desee (Job 42:2)”. Argüir lo contrario atentaría contra la sabiduría de Dios, y por eso varios obispos mexicanos y de otros países como Chile se apresuraron a descalificar dicho evangelio.

Entonces el Todo-Lo-Sabe (favor de no leer este nombre al revés) no consideró importante mencionar nunca que había un quinto evangelio que disentía ligeramente de los tradicionales “Fab 4”. Él podrá saberlo todo, pero no por eso iba a decírselos todo, ¿verdad? ¡Sorpresa, sorpresa!

¿CULPA DE QUIÉN?

Pero, siguiendo la trama de la historia tradicional, el mismo Jesús eligió a sus apóstoles, incluido a Judas, que más tarde se convertiría en traidor, a sabiendas de que de así se cumpliría el destino que Dios le había deparado. Si elegir a alguien como Judas era necesario para la serie de acontecimientos que eventualmente habría de ocurrir, entonces ¿por qué quemar a “Judas” el Sábado de Gloria, si en realidad estaba colaborando con el plan de Dios? Después de todo, fue gracias a la crucifixión y la resurrección, que todos los que la aceptan renacen, son salvos y tendrán vida eterna, ¿o no? Pilato, Barrabás y Caifás también colaboraron activamente en este supuesto acontecimiento, y los cristianos no parecen estar muy agradecidos con ellos tampoco. Sin ellos, no tendrían razones para ser cristianos, ¿o sí?

También, si todo estaba predestinado tal y como dice la Biblia que lo estaba, ¿no podría considerarse la elección del infeliz Judas como una condena a muerte? Judas se suicidó luego de cumplir con su papel en la “profecía”. Mmm…

SUICIDIO PASIONAL

Ahora pensemos en que si Jesús vino al mundo con el conocimiento previo de que por mandato divino tendría que morir para salvar al mundo de sus pecados, entonces murió por voluntad propia y por una creencia religiosa. ¿Estamos?

Bien. Morir voluntariamente, ya sea por mano propia o permitiendo que otros lo ayuden a ello recibe el nombre ineludible de suicidio en ambos casos. Cuando uno se priva voluntariamente de algo (inclusive la vida) en beneficio de otros, solemos llamarle entonces sacrificio. Al parecer hay una sensible diferencia entre morir por una doctrina o institución establecidos, y morir voluntariamente por otra razón menos loable y sí más egoísta.

¿Ejemplos? Los soldados caídos en combate son objeto de admiración y honores póstumos, porque se entiende que voluntariamente “mueren por la Patria”, aunque la Patria no tenga la culpa de las obsesiones bélicas de sus gobernantes. Pero en un contexto diferente y más individual, están los enfermos de alguna enfermedad terminal. A pesar de lo que alega, la iglesia no parece especialmente compasiva con ellos cuando expresamente solicitan (y hasta ruegan por) la eutanasia cuando el dolor y el sufrimiento se vuelven insoportables y ni la medicina y menos las oraciones sirven para aliviar la pena. Son suicidas en potencia y suicidarse es “pecado grave”, lo que condena eternamente el alma del individuo, continuando así con su sufrimiento aun después de la muerte. La eutanasia también es ilegal civilmente (excepto en algunos países), pero al menos las “leyes de los hombres” no pueden condenar a la víctima a ningún castigo adicional si ésta consigue su propósito. Faltaba más.

¿Y qué entonces con el sacrificio? La misma palabra va seguida de otra, como dicen que pasa con las serpientes: esa palabra es “mártir”. Muchas religiones nombran así a quienes mueren defendiendo su fe, sobre todo si son asesinados por los llamados “infieles”. Este tipo de mártires se inmolan alegremente (y se llevan a gente inocente entre las patas) cuando consideran su fe amenazada, y lo hacen con la firme creencia de que consiguen automáticamente un pase de ida al paraíso. Jesús murió con la convicción de que lo hacía para la salvación de nuestras almas, voluntariamente. Los motivos y las consecuencias de uno y de otros podrán presentar diferencias, pero en todo caso el móvil es la fe ciega en una creencia religiosa, con mortales consecuencias.

Entonces, ¿por qué los integristas musulmanes son considerados suicidas y el máximo integrista cristiano no? ¿Por qué un enfermo terminal de cáncer es un suicida si logra la eutanasia, pero no lo es un soldado convencido de su misión y su patriotismo, muerto en Irak? Eso se llama “medir con doble vara”, y no es nada nuevo: está en la Biblia.

Comentarios, recordatorios familiares, maldiciones y boletos de ida al infierno (sin escalas en el purgatorio), en la sección de comentarios, por favor.

JJ
Mérida, Yucatán, 14/abril/2006

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01 abril 2006

"¡Cuando los cerdos vuelen!": Los premios PIGASUS



En los países de habla inglesa es común exclamar “when pigs fly!” para burlarse de alguna situación imposible o para desafanarse de alguna acción que el sujeto no haría ni aunque le pagasen. Los escépticos de ahí usan a menudo esa frase como símbolo de lo improbable, aunque en esta parte del mundo preferimos espetar un mexicanísimo “sí, chucha, ¿y tu nieve de qué la quieres?”, un decidido “¡primero muerto!”, o ya de plano un sonoro pitorreo de desaprobación, que se entiende sin problemas en cualquier idioma.

Pues bueno, como cada 1º de abril (Fools’ Day en EE.UU., equivalente a nuestro Día de los Inocentes), y todavía recuperándose de reciente operación, James Randi acaba de anunciar en su boletín SWIFT! sus PIGASUS AWARDS a lo más risible del año en cuanto a fraudes de lo paranormal.

El premio correspondiente a la categoría #3 (para el medio de comunicación que reporte abiertamente como un hecho real y comprobado alguna afirmación sobrenatural, oculta o paranormal) lo ganó la cadena estadounidense ABC por unos programas sobre el curandero brasileño “Juan de Dios”. João Teixeira raspa los globos oculares de sus víctimas (en el programa les llamaban “pacientes”) y les introduce fórceps en la nariz, entre otras prácticas “curativas” igualmente escalofriantes. El que ABC no presentara la versión científica (y por ende, en contra) de este tipo de fraude, sin cuestionar la efectividad de estos procedimientos y ostentando los infaltables testimonios de gente satisfecha, convencida y “sanada”, le mereció el cochinito alado.

Tristemente, no es un caso aislado. Eso mismo ha estado ocurriendo en otros medios como Discovery Channel y ni qué decir en la televisión mexicana, donde los índices de audiencia son más altos si los programas se inclinan a favor de las afirmaciones paranormales, en vez de desenmascarar a sus practicantes. Discovery Channel tiene desde hace un par de años una señal “exclusiva” para Latinoamérica, y curiosamente su programación de repente se vio plagada de ovnis, casas embrujadas e investigadores síquicos.

La mano negra y cargada de dinero de Televisa está abarcando cada vez más medios televisivos e impresos y estropeándolos para sus fines puramente comerciales. ¿Alguno recuerda la revista Discover En Español? Desapareció de los puestos de periódicos al hacerse más atractiva la propuesta simplona y comercial de las quinientas revistas propiedad de Televisa, incluyendo la otrora excelente Muy Interesante. La MUY dejó de ser un buen medio de divulgación científica cuando Editorial Televisa la compró y comenzó a meter descaradamente comerciales disfrazados de avances tecnológicos, artículos sobre Thalía y Operación Triunfo (pero no de La Academia), páginas tapizadas de innumerables imágenes y tonitos bobos para teléfono celular, y lo que es peor, comerciales con números 900 para lectura de Tarot, horóscopos y conversaciones para adultos. La pseudociencia por fin había salido de las sombras con fines remunerativos, y gracias a los mismos de siempre. La última vez que compré esta revista no pude menos que sonreír amargamente y arrojarla a la basura (por cierto, el camión de la basura no se la llevó ese día, y decidí atribuirlo a que habrá visto la revista en la cima del bote). La revista National Geographic también es de Editorial Televisa actualmente, pero por alguna razón desconocida, todavía no ha resbalado a los cochinos lodos de este monopolio televisivo.

Me siento tan insultado por la programación comercial y pseudocientífica de la televisión nacional, que creo es necesario otorgar algún premio propio a nuestros respectivos bodrios paranormales televisivos. El trofeo podría ser una chachalaca desplumada en alusión a su palabrería sin sentido y su inexistente vergüenza: ¡el premio “la chachalaca calva”! O un cordón umbilical envuelto en celofán, porque sin duda esos tipos piensan que todos nacimos ayer, para creernos sus patrañas y vaciladas. Por supuesto, el cordoncito tendría peculiar nudo y se colgaría en la garganta del feliz ganador…

Eso sí, ardua tarea sería tener que escoger entre Televisa o TV Azteca por la programación basura más hedionda y contaminante (¿categoría #1?). Carlos Trejo y Jaime Maussán se abofetearían por el honor de ser el mayor divulgador de estupideces menos probadas del país de manera individual (Categoría #2). Amira y Mishanti se arrojarían veladoras de colores y cuarzos de medio kilo, pero evadiendo los proyectiles con destreza de Jedi, dados sus supuestos poderes adivinatorios (#3, fulanos que con el menor esfuerzo y habilidad pudieron engañar mayor número de incautos). Los programas idiotas de la mañanita, infestados de consejos de Feng Shui, acupuntura y aromaterapia no podrían menos que ceder el puesto del programa más primitivo e imbécil a Otro Rollo, conducido por el no menos crédulo Adal Ramones, con sus pulseritas y artefactos dizque de otro planeta (#4, programas que mezclan el interés comercial con el mayor número de patrañas paranormales).

Y siendo México un país tan guadalupano y crédulo… creyente, dije, necesitamos unas cuantas categorías para los asuntos religiosos, que después de todo, también son alegaciones sobrenaturales y su influencia muchas veces es tan negativa y peligrosa como cualquier otra pseudociencia. Por ejemplo, la #5 sería para el personaje público que más frecuentemente revuelva su profesión con sus creencias religiosas, como hace el Secretario de Gobernación Carlos Abascal y el mismísimo Fox; y quizá otra categoría para el líder religioso que repita mayor número de veces en el año los mismos lugares comunes y frases hechas de hace siglos. Mmm… parece que sin esfuerzo, quizá necesitemos más categorías que las de los Pigasus Awards. Los postulados merecen eso y más, sí, señor.

JJ
(Fuentes y vínculos relacionados:

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